Por Manuel Arboco
En la labor docente organizamos de tanto en cuanto, ciclos de cine-fórum; un pretexto para prolongar las clases y propiciar el debate psicológico-social, para agudizar la observación, fomentar la escucha atenta, la capacidad de análisis, de paso repasar las teorías vistas en clase y, posteriormente, el sano hábito de la conversación. Un darnos tiempo para ver una buena película y reflexionar al respecto, nada tan humano como la reflexión, además de sentir, sea alegría, cólera, vergüenza, temor, todas aquellas emociones que una película (como una buena novela, un cuento, una canción o una fotografía) nos puede generar.
Hoy el cine es cada vez más sofisticado en el trabajo de los personajes y con razón es considerado uno de los grandes artes de la humanidad. Pero ¿qué ha retratado el cine si no ha sido el quehacer humano individual y colectivo? La conducta, los prejuicios, las dinámicas intra e interpersonales, “nuestros ángeles y nuestros demonios”, en una palabra, la psique humana. Consideramos que a través de las películas encontramos un pretexto para prolongar la docencia y practicar la observación, el análisis, el diagnóstico y el pronóstico psíquico y social. Mirar, estar atento, escuchar, al menos dos horas y todo esto en silencio (en este mundo de ruido y estrés) y sentado, quieto, relajado (en este mundo donde queda poco espacio para la calma) es un gran ejercicio intelectual, emocional y físico.
Si bien la lista es enorme, algunas de estas películas que nos han servido para lo anterior han sido: Amadeus, La sociedad de los poetas muertos, El príncipe de las mareas, La boca del lobo, La naranja mecánica, Doce años de esclavitud, El hijo de la novia, Antes de partir, La piel que habito, Cisne negro, Los niños del coro, Kill Bill, El laberinto de Fauno, Match Point, El resplandor, Amores perros, El Rey León, La lista de Schindler, Yo soy Sam, El secreto de sus ojos, Taxi driver, Mar adentro, Belleza americana, Ciudad de Dios, Betty Blue, Hombres de honor, Los puentes de Madison, Hannah y sus hermanas, Filomena, El silencio de los inocentes, Up, La vida es bella, Las confesiones del Sr. Schmidt, Asesinos por naturaleza, La profesora de piano, El discurso del Rey, Tiempos modernos; entre otras grandes historias.
Desde aquí nuestro agradecimiento a sus directores, productores, guionistas, actores y los que están “detrás de cámaras”, pues lo que hacen no es solo películas.