OSCAR WILDE, EL MÁS CÍNICO
Tenía que ser Oscar Wilde el elegido para ocupar el primer puesto como el personaje más irónico y cínico del mundo, al menos del mundo que conocemos. Puede que haya muchos más entre tantos humanos que vivieron o viven sin que los hayamos conocido. Pero en el caso de Wilde, al menos hay consenso.
Una
encuesta británica seleccionó a los máximos reyes de la ironía de todos los tiempos, colocando al autor de
El retrato de Dorian Gray en el
top histórico de las frases ácidas. La nota afirma que se llevó el premio por sus últimas palabras, poco antes de fallecer, cuando se encontraba en su lecho de muerte. “
O se van esas cortinas o me voy yo”.
Aquí agrego otras frases que encuentro en mi cuaderno de epígrafes y algunas que saco, como lo indican los tiempos modernos, de internet:
Sobre la vida:
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A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.
Sobre la felicidad:
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Un hombre puede ser feliz con cualquier mujer mientras que no la ame.
Sobre las mujeres:
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Las mujeres han sido hechas para ser amadas, no para ser comprendidas.
– No hay nada como el amor de una mujer casada. Es una cosa de la que ningún marido tiene la menor idea.Sobre los riesgos:
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La única ventaja de jugar con fuego es que aprende uno a no quemarse.
Sobre saber escuchar:
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No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo.
Sobre el cinismo:
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Si usted quiere saber lo que una mujer dice realmente, mírela, no la escuche.
La nota agrega otras frases interesante como la Spike Milligan quien esculpió en su lápida el epitafio «Les dije que estaba enfermo”. O la del dramaturgo Noel Coward quien fue el número siete, por decir con humor: «El ingenio debería ser un obsequio glorioso como el caviar. Nunca untarlo como mermelada«.