SALIÓ EL EDICIÓN CINCO
REVISTA PERUANA
DE LITERATURA PERUANA
Esta revista reaparece después de un año y, esta vez, – nos pone al tanto el editor, Ricardo Virhuez – saldrá en un formato de 23 por 29 cm. y tendrá 80 páginas. El tema central de la revista será la literatura apurimeña. Siempre es loable y admirable que circulen revistas literarias en medio de las tantas dificultades tantas veces repetidas. Más aún si el proyecto implica la difusión de la literatura de otros departamentos diferentes de Lima. Agrego que es siempre lamentable que aun no haya una manera de alcanzar un mayor contacto con la producción literaria que se viene dando en un país tan variado, tan rico creativamente, aunque dramáticamente fragmentado. Según el índice que tengo se han trabajado temas interesantes como un homenaje a James Oscco Anamaría, así como lo referente a Apurímac: los narradores, los poetas, los ganadores de concursos literarios en quechua y castellano. Aunque también hay temas generales como la narrativa minera en el Perú de Roberto Rosario Vidal o la poesía de mujeres en antologías peruana de Ericka Ghersi Narrativa peruana bajo la lupa.
Sin embargo, hay algo que despierta mi curiosidad (con un poco acidez, lo reconozco) una crónica denomina «La batalla de Madrid», la narrativa peruana bajo la lupa. Es decir que la historia continúa (espero que en la distancia, todos hayamos enfriado ánimos y comencemos a buscar una explicación lo más objetiva (si aquellos es posible) del entramado social y literario que implica nuestro país.
Para quienes no sepan de que estoy hablando. El asunto tiene que ver con la polémica división entre escritores criollos y andinos; entre escritores aceptados por el «sistema» y los que no; entre «oficiales» y «marginados». En fin, toda una baraja de denominaciones. Por lo que se deduce que hay chamba para rato para sociologos, sicólogos sociales y hasta terapeutas. El asunto es que un encuentro de escritores en Madrid que se dio por el 2005, la espuma se derramó del vaso o se rebalsó la sopa o, como se diga: el asunto es que luego del Congreso llovieron disparos verbales y resentimientos (siempre nocivos para un buen análisis) por doquier y de todos calibre. Finalmente las agua se calmaron. Pero, creo, y lamento, no se llegó a conclusiones plausibles que hubiesen ayudado a ubicarse mejor a los que vienen insertandose en este vericueto de creación y arte.
Habrá que leer la revista para saber si la historia continúa.