ALGO DE POESÍA
Quien escribe en este blog es, básicamente, un narrador. Como todo todo arte la narración tiene sus propios problemas, y, como todo trabajo que usa la palabra como instrumento, la narración tiene sus retos con relación a la palabra misma. Para un narrador, la palabra es un instrumento con el que materializa sus fantasías, un medio con el que puede exorcizar temores o dar vida a ilusiones. ¿Y esto a cuento de qué viene? Que la poesía es un asunto diferente en donde – creo – la esencia de la palabra es el centro mismo de la búsqueda de un poeta.
¿Y todo esto, a propósito de qué va? Que me ha llegado, a través de la vía virtual, un bloque de poemas de
Moshenga Cabanillas Pérez a quien recién conozco virtualmente. He leído sus poemas con curioisidad primero, y luego con cauto deleite. No voy a atreverme a dar un veredicto porque no creo que esa sea la manera de apreciar un poema. El asunto es que cada quien se enfrente a él y busque, en principio, su propia sensación. Lo que voy a hacer es compartir con ustedes un poema del bloque que me llegó. De paso un saludo para este poeta que tuvo a bien enviarme sus poemas y de paso anotar su blog
haciendo click aquí porque, después de todo, la blogósfera tiene para los escritores esa intención, la de conocernos.
Sin Palabras
He reposado el sollozo de mí recién nacida en mis brazos
Hice de su sueño indefenso mi calor
A tu olvido arrancando soledades,
Deteniendo la absurda imagén del ayer.
La noche intranquila mece la cuna
Yo me acomodo al lado de ellaPara brindarle mi calor
Y hago de tu sonrisa
Una promesa de ensueño
Como antes amorDándole un beso en la frentePara que algún día escuche tu voz
Ella,…
Nuestra niña
En su idioma
Consulta extrañando
Con su mirada irradiante a través del cristal
Busca tu silbo colosal a medio día, a media noche
Te busca por las calles que nos quieren devorar
Pero su vista no alcanza tocar tu sombra gigantescaHe contado las horas y también las penas
Los escasos segundos de tu ausencia
Ella aprieta mi cuello e inclinándose con sus vértebras pequeñas
Voltea a mi oído susurrándome un lamento
Espera la noche siguiente
Para que tal vez llegues pronto, sobrio, amoroso y tierno
Y apretar con sus dedos diminutos tu corazón
Y así devolverte pronto el amor.
Yo y ella, hemos llorado tantoHemos llorado juntos
Ella consolándome por tu adiós
Yo protegiéndole hasta que vea tus ojos de sol.
Ella desea volar en tus brazos
Elevarse encima de tu frente
Danzando en el aire perfumado
Y ser tu ángel que te guarda.
Vuelve prontoCruzando cerros
Cruzando mares
Vuelve pronto
Sin mirar atrás
Porque aquí te queremos…
Te Amamos los dos.