El presente texto, en gran medida, toma unas notas del diario La República, pero le agrego algunas obras que – por alguna razón gustos quizás – no incluyeron. Igual a este escribidor se le están pasando también algunas obras. Lo siento por ello. Sin embargo, vale la pena rememorar las actividades teatrales – con las disculpas por todas las omisiones – del presente año.
El Plebeyo. La obra se basa en la vida del cantautor peruano Felipe Pinglo Alva. El nombre de la obra es el mismo de una de sus canciones, quizá la más conocida. La puesta en escena mezcla el talento de los protagonistas -Emanuel Soriano y Andrea Aguirre- en el canto y la actuación. Las funciones se dieron en el Teatro Municipal de Lima.
Bajo Terapia. La obra se centra en la historia de tres parejas, cada una con distintas características. El elenco de este año estuvo conformado por Marco Zunino, Denisse Dibos, Bruno Odar, Ximena Diaz, Nataniel Sanchez y Oscar Beltrán. En un momento de la temporada, Denisse Dibós fue reemplazada por Patricia Portocarrero.
Los Perros. Pietro Sibille, Manuel Gold, Pablo Saldarriaga, Aldo Miyashiro, Víctor Prada, Nicolás Galindo y Alaín Salinas fueron los encargados de dejar todo en las tablas. La historia cuenta las vivencias de seis desconocidos, cada uno se identifica con un color distinto que usan como seudónimo. El fin es asaltar una joyería.
¡Oh Por Dios! La obra cómica tiene solo 3 actores: Manuel Gold, Franco Cabrera y ‘Guille’ Castañeda. Ellos se encargan de darle vida a diversos personajes de la Biblia y contar las historias más importantes, como las de Adán y Eva, Moisés y Noé. Los artistas dejan todo en el escenario para ofrecer un show de casi 2 horas, sin ningún descanso.
Agrego en lo personal
Savia. Don Jesús, el viejo cauchero, agoniza. Faltan pocas horas para la Navidad de 1968, y la selva está muy lejos de su decadente habitación limeña. Las cortinas raídas están hechas con las velas de los vapores que llevaban la producción de caucho a China. El televisor emite en blanco y negro discursos de su odiado Velasco, los besos de «Simplemente María» y la evasión futurista de la serie «Perdidos en el espacio». Sobre la cómoda, el ensayo de Clemente Palma «El porvenir de las razas en el Perú» respalda su racismo. Un libro que considera al indio «cobarde, débil y traicionero». Después de conmovernos con «La cautiva”, obra enfocada en el cuerpo sin vida de una joven ayacuchana, violada por una tropa del ejército en tiempos de lucha contra Sendero Luminoso, el dramaturgo Luis Alberto León nos entrega «Savia», segunda parte de una trilogía enfocada en los momentos críticos de nuestra historia republicana. Esta vez, el autor profundiza en la violencia producida contra las culturas indígenas durante la época del auge del caucho.
Esperando a GODOT. Estragón y Vladimir esperan a la sombra de un árbol plantado a mitad de un camino a alguien llamado Godot. A través de reflexiones, recuerdos y juegos animan la expectativa frente a la llegada del personaje. Luego Pozzo y Lucky se sumarán al entretenimiento. ¿El tiempo ha pasado? No lo saben. Llega un mensajero trayendo noticias. Todo empieza nuevamente y, en un nuevo día, los cinco se preguntan si estuvieron ahí, si hay esperanza o no.